18 abr 2007

ARTE Y PAISAJE


Día con Nube

Presentación

En este momento inicial todas las ideas se agolpan y quisieran salir en tropel, pero han de esperar, iré por partes.De entrada he llegado a una materia que me resulta del máximo interés y muy ilusionante. Por eso me matriculé en este Seminario. Puedo decir que desde el primer día de clase llegué a casa comentando que intuía que iba a ser una de las que más me agradaran de toda la Licenciatura. Así lo pienso y eso me alegra, por eso lo cuento aquí.

De mí, diré que inicié mi andadura en este castigado planeta allá cuando despertaba en él un interés más directo por todo lo relacionado con el por entonces llamado Arte de la Tierra (Land Art para los anglosajones). Así es que este Arte y yo somos coetáneos. Encuentro en esa coincidencia su lado humorítico. Los temas de la edad de uno vale más tomarlos así.

Tuve la gran suerte de crecer en contácto directo con la naturaleza y los paisajes incomparables de una isla, de las que algunos llaman menores; La Gomera, por entonces muy preservada y mimada por sus gentes muy respetuosas con el entorno, que a veces les exigía sacrificios para cuidarlo; debido a la gran carencia de medios materiales.

Allí, el amor a la tierra era por lo común consustancial con las personas que la habitaban y sus vidas, nuestras vidas, se desarrollaban en armonía con el medio natural. El buen estado en que aquellas gentes la han hecho llegar hasta hoy, es la mejor prueba de que era así.

Nos educaron en ese respeto e incluso admiración por todo lo natural y su significado, que ha perdurado siempre en mí y me siento por ello muy agradecida.

Allá, pude participar en muchas actividades creativas, aquí viene a cuento por ejemplo la relacionada con los diseños y confección de las alfombras de flores, tarea que congregaba a voluntarios de todas las edades en un grato trabajo solo remunerado con la satisfacción de que todo saliera lo mejor posible.

Los adornos con motivos florales, trabajo con hojas de palma (como decimos nosotros aquí), con frutas, semillas y tierras de color distinto según su zona de recogida.Era ya un trabajo en equipo, en el que a cada cual se la encargaban actividades acordes con sus posibilidades, sin rechazar la colaboración de nadie.

Tal vez haya sido esa influencia la que, aún de manera inconsciente, me ha llevado a elegir las flores y la tierra, en la primera parte del trabajo primero que llamo LOS CUATRO ELEMENTOS (tierra, agua, aire y fuego) y que aquí me propongo realizar.

Después de esa época, que avala lo enraizado que tengo los temas que nos ocupan, vino mi participación en el grupo montañero de la segunda etapa colegial, ya aquí en Tenerife. Gratísimos tiempos y ocasiones para la convivencia y estrecha relación con nuestra tierra y su paisaje. También por entonces muchísimo más cuidado que en la actualidad; este tiempo de sensibilidad humana digamos tan anestesiada, por usar un término suave aunque se merece uno más fuerte.

Con esas pocas pinceladas biográficas me presento. Siento que naturaleza, paisaje y arte, siempre me han sido familiares y me alegra compartirlo ahora aquí.

CON LOS CUATRO ELEMENTOS

I- Elemento "tierra"

Primavera floreciente.
Ojos cegados,
triste canto de ave.

Haikus de Primavera, Issa Kobayashi.


Elegí trabajar en mi pequeño huerto en primer lugar por afinidades emocionales y desde aquí coincidiendo con el mismo día del inicio de la primavera, los primeros azahares perfumando el aire.

Veo en la tierra algunas flores que el alisio arrancó de los naranjos y la enredadera. Decido utilizar esas flores caidas, y dibujo-escribo con semillas y flores, sobre la misma tierra como elemento de fondo, la palabra que debería "mover el mundo". En honor a William Shakespeare empleo la palabra inglesa, porque ¿quién mejor que él para nombrar al amor. Utilizo sólo las flores que ha arrancado el viento.

Son los primeros azahares de este año y pienso que como estos ya no van a dar su fruto natural, yo voy a crear con ellos otro menos tangible, también efímero pero no menos bello. Los combinaré con hojas de buganvilla, que son las de más vivo color en ese arbusto. Las sitúo entre los "quemones" verdes del mismo suelo, vivos, sin arrancarlos, y con las semillas de flamboyano. Así, con mis propias manos voy recogiendo uno a uno los capullos y flores caídos. Lo hago con cuidado de no estropearlos y luego como una ceremonia los voy depositando sobre la tierra de modo que forman las letras de la palabra LOVE.

El día hoy es claro y apacible, el viento de ayer se calmó, empieza a levantarse el sol y los pequeños pájaros libres, a los que pongo agua cada día revolotean y se bañan en ella. He terminado.

La obra es sencilla y me gustaría que su mensaje se extendiera a todos. Con la cámara digital hago el resto; dejo constancia del resultado y esas fotos hacen la obra menos efímera, dejan grabadas las imágenes, así las podemos compartir y también hacen visible algo de lo que solo quedará en nuestro recuerdo. Es lo único que hace tangible lo intangible.

Encuentro interesante trabajar con la tierra, las flores y semillas, y al mismo tiempo con el color e integrando la palabra, así la integración dibujo - texto, o bien con elementos de otros lenguajes como las notas musicales.

Viendo las fotos resultantes decido utilizar otra posibilidad de la técnica que es la realización de un corto vídeo con el programa de mi PC para las mismas fotos, espero que podamos compartirlo.

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